Corocota nace del recuerdo cálido de una mujer fuerte, divertida y llena de vida: mi abuela. Ella cosía con patrones de papel de periódico, improvisaba disfraces para las fiestas del pueblo y llenaba de color y alegría cada rincón de nuestra familia. La llamábamos Corocota, y su espíritu creativo sigue vivo en cada pieza que confecciono. Para ella, la costura no era solo una habilidad: era una forma de vida. Nada se tiraba, todo se aprovechaba. Las telas guardaban historias, y las manos sabían darles una segunda oportunidad. Tenía carácter, genio, y también una ternura que envolvía a toda la familia. Siempre quiso que alguna de sus nietas aprendiera a coser. Creo que nunca imaginó que una de nosotras —yo— llegaría hasta aquí. Me gusta pensar que estaría orgullosa. Este proyecto es un homenaje a ella. A sus manos sabias, a su mirada libre, a su forma única de entender la costura: no como una técnica, sino como una forma de expresión, de identidad, de amor. Pero también es mi historia. Soy Gemma, estudié Arquitectura de Interiores en Zaragoza, y durante años trabajé en ese mundo. Sin embargo, decidí volver a Ágreda, mi hogar, para criar a mis hijas y dedicarme plenamente a mi familia. Trece años entregados a ellas, a la maternidad y al privilegio de vivir despacio. Entre juegos, cuentos y tejidos, empecé a coser pequeñas cosas para mis hijas. Luego vinieron los regalos hechos a mano para amigos y familiares. Poco a poco, sin apenas darme cuenta, fui perfeccionando aquellos conocimientos básicos de costura que un día heredé de mi abuela. Descubrí el mundo de los tocados, que me fascinó. Y en plena pandemia, decidí apostar por mí. Me matriculé en un curso de diseño de complementos y seguí formándome en técnicas de costura y montaje. Lo que empezó como un juego se fue transformando en vocación. En octubre de 2024, con muchos miedos e ilusión a partes iguales, a mis 43 años abrí por fin mi propio atelier. Arropada por el apoyo de mi familia y mis amigos, nació oficialmente “Corocota”. Una marca que une pasado y presente, tradición y diseño, emoción y oficio. Una forma de vida.